La consigna: trabaja para vivir, no vivas para trabajar, debería guiar más nuestro modo de actuar en la actualidad. Son muchas las personas que viven para trabajar en lugar de trabajar para vivir la vida.

Trabaja para vivir, no vivas para trabajar, nos ayuda a comprender que el verdadero significado del trabajo consiste en lo siguiente: «aunque el trabajo representa una parte importante en nuestra vida, no es más importante que nuestra propia vida.

Trabajar para vivir o vivir para trabajar nos obliga a entender la importancia de encontrar un balance en nuestra vida, donde podamos equilibrar nuestras metas profesionales con nuestro bienestar personal.

En esta publicación, nos enfocaremos en la creencia generalizada de que más trabajo es mejor para la vida, aun cuando sabemos que no todo en la vida es trabajo.

Es por eso que el coaching de vida ha tomado tanta relevancia en los últimos tiempos, pues es un medio muy efectivo que nos lleva a tomar conciencia de estos desequilibrios y diseñar un proyecto de vida que realmente nos ayude a ser más felices.

Efectos del exceso de trabajo

¿De qué te sirve ganar el mundo entero a través de tu trabajo, si terminas perdiendo otras cosas más importantes?

¿Cómo cuáles? Entre los efectos del exceso de trabajo está la pérdida de la salud, sacrificar el tiempo con la familia, pérdida de relaciones y amistades, disminución de la felicidad y mucho más.

En la publicación de BBC titulada “El exceso de trabajo nos está matando (literamente)”, podemos tomar conciencia de las consecuencias de vivir para trabajar.

Instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), señalan que, cada año, 750,000 personas mueren de enfermedad coronaria debido a largas horas de trabajo. En otras palabras, más gente muere por trabajo excesivo que de malaria.

Estamos ante una crisis global, donde gran parte de las personas descuidan sus vidas por el trabajo. El gran problema con esta situación, es que si no tomas la decisión de resolverla, la misma tiende a continuar y empeorar. Recuerda siempre que el trabajo no es todo en la vida.

El trabajo es una parte importante para seguir activos día a día. Se convierte en problema cuando éste representa un foco de estrés y desequilibrio mental. Estas dos condiciones son consecuencias de las que muchos podemos padecer inconscientemente.

Al final, nos encontramos con una vida saturada de trabajo, estrés, dónde el papel de cada individuo, su vida social y sentimental parecen desvanecer.

Una dama con rosto de preocupación sostiene una taza que dice estrés.

Locura es ganar para perder

¿Has considerado la locura que hay detrás de querer ganar más dinero al trabajar a cambio de al final perder lo que más te importa?

La mayoría de las personas trabajan y trabajan por sus familias, pero al final terminan descuidándola.

Es inconcebible pretender que con solo dedicarle más tiempo al trabajo para ganar más, puedas conservar las otras cosas que quieres cuidar. El que vive para trabajar, no trabaja para vivir.

Y es que a veces hay que perder para ganar. Aunque esto suene loco, hay mucha sabiduría detrás de esta frase.

“Perder para ganar” esta frase es muy utilizada para referirse al cambio, a la transformación. El verdadero éxito en la vida está en elegir que pesa o vale más para uno, con el fin de tomar el camino adecuado que nos lleve hacia lo que realmente nos importa.

“El exceso de trabajo impide la adecuada contemplación de la belleza y la verdad”. Aristóteles

Trabajar para vivir o vivir para trabajar

Anthony de Mello, en su libro “Una llamada al amor”, emplea una analogía que nos ilustra sobre la diferente entre trabajar para vivir o vivir para trabajar.

“Un autobús cargado de turistas atraviesa una hermosísima región llena de lagos, montañas, ríos y praderas. Pero las cortinas del autobús están cerradas, y los turistas, que no tienen la menor idea de lo que hay al otro lado de las ventanillas, se pasan el viaje discutiendo sobre quién debe ocupar el mejor asiento del autobús, a quien hay que aplaudir, quién es el más digno de consideración… Y así siguen hasta el final del viaje, perdiéndose el paisaje y el viaje”.

Esta historia dice mucho de nosotros, porque también somos turistas en nuestro viaje por la existencia y olvidamos que estamos solo de paso.

Lo interesante es que muchos de nosotros, así como lo hicieron los turistas de la historia, hacemos el recorrido por la vida sin prestar mayor atención a lo que está al otro lado de aquello que nos mantiene ocupados.

Es curioso, pero teniendo la oportunidad de atravesar la magnificencia de este mundo y toda su belleza, nos pasamos la vida afanados solo por el trabajo y lo mundano.

La vida es un viaje y si te enamoras del viaje, estarás enamorado para siempre. Peter Hagerty

Por qué vivimos para trabajar

Un hombre hace un gesto con su mano en señal de interrogación y a su lado aparece la palabra por qué.

Vivimos para trabajar porque las cortinas que cubren nuestros ojos han estado cerradas por mucho tiempo. Nos hemos afanado por ocupar un mejor puesto de trabajo, por ser aprobados, demostrar que somos buenos. Queremos sentirnos aceptados y que nos aplaudan, pero entonces nos olvidamos de vivir.

Soñamos con avanzar en el bus profesional en el que viajamos para vivir mejor y tener más. Pero con tanto afán, lo irónico es que nos olvidamos de contemplar las salidas y puestas del sol.

“No esperes tenerlo todo para disfrutar de la vida, ya tienes la vida para disfrutarlo todo”.

Trabaja para vivir, no vivas para trabajar

Trabaja para vivir, no vivas para trabajar.

Es una verdadera bendición disfrutar plenamente el trabajo. Hay ocasiones en las que puedo quedar absorto al 300 % en las tareas que desempeño, pues amo lo que hago.

En estos casos puedo terminar olvidando, que son los momentos con nuestra pareja, nuestros hijos, familiares y amigos, donde verdaderamente se disfruta el viaje y se admira el paisaje de la vida.

Vivir para trabajar puede sentirse excelente. Esa sensación de éxito, de sentirse importante y hasta imprescindibles, de hacer cosas interesantes, de acumular riqueza, todo eso, es fascinante y muy embriagador.

Trabajar para vivir significa simplemente liberarse del placer que nos produce solo lo material para encontrar la belleza que solamente no pueden proporcionar los nuestros seres queridos y la naturaleza.

Ese ligero cambio de perspectiva nos lleva a descubrir ese “algo” de la vida que es más importante aún que el trabajo.

Qué significa trabaja para vivir

Una dama vestida profesionalmente levanta sus manos y salta expresando alegría por su trabajo y su vida.

Trabajar para vivir significa convertir el trabajo en un medio y no en un fin. Esto supone tener muy claras nuestras prioridades y no darle demasiada importancia al trabajo como a nuestra propia vida.

Por otra parte, trabajar para vivir implica tener claro que no somos imprescindible en ningún trabajo, que en de hecho somos fácilmente reemplazables, que solo estamos de paso.

Nuestra motivación al trabajar debería ser contribuir a los demás con nuestros talentos y como consecuencia a esto, recibir una compensación económica.

Ahora, atención, lo anterior debe lograrse sin que el trabajo llegue a ser más importante que aquellas cosas que verdaderamente deberían serlo. Por ejemplo, nuestra familia, amigos y seres queridos.

Muchas veces terminamos prestando mas importancia al trabajo, incluso sobre nuestra salud física, emocional y espiritual.

La buena noticia es que existen herramientas como la Rueda de la Vida que nos ayudan a tomar consciencia de estos desequilibrios. Un coach de vida abre una conversación sobre este tema, con el único fin de poner tu esfuerzo en aquellos temas que son más relevantes.

Por lo tanto, recuerda que el trabajo es solo un medio que nos lleva a hacer nuestros sueños realidad. Así que no te quedes soñando tu vida y vive tu sueño ahora.

Una familia feliz disfrutando de la vida.

Reflexión final

¿Qué tanto tiempo le dedicas al trabajo hoy en día? ¿Qué tanto te estás perdiendo el viaje de la vida afanado en tener más? No te olvides de ser por hacer y tener.

Préstale atención a lo más importante, a aquello que te proporciona la energía y felicidad para todo lo demás.

No trates de ganar el mundo a expensas de descuidar lo más importante, porque el mensaje es claro: trabaja para vivir, no vivas para trabajar.

El coaching para el equilibrio de vida, te puede ayudar a corregir problemas como la falta de balance entre trabajo y vida. Contrata un proceso o sé parte de nuestro curso de coaching de vida para lograrlo.

Si aún no conoces mucho sobre coaching, visita nuestra publicación qué es coaching. Ahí comprenderás más sobre cuáles son los elementos clave del coaching que pueden ayudarte a trabajar para vivir la vida que te mereces.