¿Sientes que la vida te pasa constantemente y que no tienes control sobre lo que sucede? Si es así, esta entrada de blog es para ti.

En la sociedad actual, es fácil para un ser humano sentirse impotente. Pero la verdad es que todas las personas tenemos el poder personal de cambiar las situaciones para mejor. En esta episodio, hablaremos de cinco pasos que te ayudarán a ganar poder personal y dejar de ser víctima, mientras ganas seguridad y confianza.

Comprende que es posible ganar poder personal y dejar de ser víctima

El primer paso es darse cuenta de que no eres una víctima. Tienes el poder de cambiar tus condiciones para mejor. Con demasiada frecuencia, cedemos nuestro poder a los demás y permitimos que controlen nuestras vidas. Pero la verdad es que todos somos seres poderosos con la capacidad de crear nuestra propia realidad.

¿Cómo saber que estamos cediendo nuestro poder personal? Escuchándonos. Si tiendes a culpar a fuentes externas o a otros por tus problemas, eso te hace perder tu poder.

Cada vez que te dices: «Es que el ambiente no es el apropiado por eso no logro esto«, «Es que por culpa de mis padres, mi pareja u otros que yo no puedo…«, etc., cuando dices cosas así, estás cediendo tu poder personal.

Estas afirmaciones inocentes revelan un factor inconsciente detrás: «Otras cosas o personas son la causa de tus resultados, no tú».

La solución, pon tu energía en desarrollarte a ti mismo y asume la responsabilidad por tu vida, así recuperas tu poder.

Un ejecutivo vestido de traje y corbata para frente a una pared que tiene dibujada una capa de super héroe.

¿Cómo puedes obtener poder personal?

Al asumir la responsabilidad de tus circunstancias, recuperas tu poder. Esto significa que debes centrarte en desarrollarse y tomar decisiones que te brinden poder. Al tomar una decisión desde un lugar de poder personal, tienes el volante de tu vida y puedes crear la realidad que deseas.

Si te preguntas cuál es la mejor manera de resolver un problema, pues es esta: aceptar que existe y asumir la responsabilidad de cambiarlo si te está afectando.

Recuperas poder personal cuando enfocas tu atención en tus poderes públicos y privados. Tus poderes públicos se relacionan con tus comportamientos, lo que dices y haces. Solo tienes poder sobre tu conducta, no la de otros. Por lo tanto, no permitas que los demás traten de controlar tu conducta y tampoco trates de cambiar el comportamiento de los demás. Permita que tus cambio sirvan de ejemplo para los demás.

«Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo». Mahatma Gandhi

Por otro lado, tus poderes privados residen en tu capacidad de pensar y sentir, ya que nadie más puede hacerlo por ti. Además, los demás tampoco pueden controlar esto en ti, por mucho que lo intenten.

Por último, podemos afirmar que hay un quinto poder, el que regula los otros cuatro, y es la capacidad de elegir. Tú tienes el mando al momento de decidir cómo emplear sus poderes. Todo lo que tienes que hacer es tomar la decisión de asumir la responsabilidad.

Un resaltador verde subraya la palabra responsabilidad.

¿Dónde reside tu poder personal?

Tu poder personal reside en la capacidad de elegir cómo vas a utilizar tus poderes para para crear el mundo que deseas, aquel que te hace sentido a tí.

Cuando cedes tus poderes a otros, esencialmente estás renunciando a la capacidad que tienes para crear las experiencias que quieres. Sin embargo, cuando tomas decisiones alineadas a lo que está bajo tu control, recuperas tu poder personal, recuperas el poder sobre tu vida y puedes crear la realidad que deseas.

Por lo tanto, tu poder personal reside en tu voluntad interior, aunque también se puede proyectar hacia el exterior a través de lo que dices o haces en el entorno del que eres parte. Esta fuerza interior puedes utilizarla para cambiar tu mundo para mejor.

Si te preguntas qué se necesita para ser feliz, la respuesta es sencilla: «sueña en grande y ocúpate de aquellas cosas que dependen de ti que pueden hacer realidad tus sueños».

Además, cómo descubrir tu talento, será una pregunta que deberás responder para poder ponerlo al servicio de lo que quieres lograr.

¿Qué es una mentalidad de víctima?

Una mentalidad de víctima es el estado mental en el que los seres humanos se ven a sí como personas impotentes para cambiar o mejorar las situaciones actuales. En pocas palabras, es una sensación de impotencia total.

Cuando tienes una mentalidad de víctima, tiendes a culpar a las personas de tus problemas y contratiempos. Sientes que no tienes influencia sobre tu estado actual y que son las fuerzas externas las que dictan lo que te sucede.

Ya sabes que pierdes todo tu poder cuando te conviertes en víctima, porque todo fuera de tu ser controla tu destino. Ante esto y como te dije anteriormente, necesitas asumir toda la responsabilidad sobre tus problemas y calidad de vida. Es tuya y de nadie más.

El gran problema es que la gente no reconoce este tipo de mentalidad. Por lo tanto, no desarrollan la competencia que enciende el modo seguridad y confianza frente a este modo de pensar. Ante este desconocimiento, vives de culpa en culpa.

¿A quién culpas? Las personas que son víctimas viven en el pasado, culpan al jefe, a sus padres, a la economía. Para toda víctima existe un victimario.

Constantemente se preguntan: ¿Quién tiene la culpa de que yo esté arruinado, solo y me sienta infeliz? Si de algo de esto culpas a los demás, entonces eres una víctima.

¿Qué se necesita para ser feliz y dejar el papel de víctima atrás? Nuevamente, asumir la responsabilidad de tu vida. Además, no aferres a nada, ni siquiera a tu propio modo de pensar, pues muchas veces es ahí donde reside el problema.

Nerd de deporte divertido con músculo falso dibujado en la pizarra

¿Cuál es el obstáculo que frena a las personas?

El mayor obstáculo que le impide a las personas alcanzar el éxito cuando caen en el rol de víctimas, es que se crean historias de por qué no son felices.

La calidad de vida está basada en historias, por esto me refiero a los cuentos que nos contamos a nosotros mismos.

Los animales no se inventan historias, viven el presente. Creamos historias sobre nuestro pasado, presente y futuro. Creamos suposiciones de por qué las cosas son como son.

Historias sobre dinero, negocios, crecimiento, merecimiento, economía… No soy lo suficientemente bueno, nadie está comprando, no es el momento, etc.

¿Esto es realmente cierto? ¿Es un hecho? Son historias que nos roban el poder y las tendemos a mantener durante años. Pero no son más que un cuento que nos contamos, aún siendo un cuento de terror.

Es a través del reconocimiento de estas historias que se puede trabajar para cambiarlas. Por lo tanto, el primer paso es identificarlas. Pregúntate por qué no logras lo que quieres y escribe la respuesta en un papel o graba un mensaje de voz en tu celular y escúchate. Ahí vas a descubrir la gran cantidad de virus en tu programación que impiden la liberación de tu mejor versión. En tomar conciencia reside la magia del cambio.

Necesitas actualizar esos programas mentales por unos más actuales acorde a las circunstancias presentes.

¿Cuál es la mayor historia que te cuentas que te está frenando en estos momentos?

La frase, érase una vez, escrita con máquina de escribir.

Veamos algunos ejemplos:

  • Nunca tendré éxito.
  • No soy lo suficientemente bueno.
  • Tengo que trabajar duro para triunfar.
  • Mis problemas como ser humano son consecuencia de mis padres.
  • El precio del combustible no facilita que me vaya bien en mi trabajo.
  • El Covid-19 es el causante de todos mis males.

En fin, existe una gran acumulación de factores y excusas que nos pueden llevar al victimismo con el fin de excusar la carencia del desarrollo humano suficiente para hacerle frente con efectividad al logro de metas.

Aléjate de las experiencias de frustración cambiando las historias que te cuentas sobre el dinero, la salud, el amor y otras áreas donde te sientas estancando. Mejor enfócate en un objetivo a lograr y verás que tus sentimientos comenzarán a cambiar de tristeza, enojo y frustración a uno de mayor satisfacción.

¿Cómo ganar poder personal y dejar de ser víctima?

El primer paso es tomar conciencia de tus pensamientos y sentimientos. Si te encuentras culpando a otros o sintiéndose víctima, deténte y da un paso atrás. Por ejemplo, un sistema sencillo para tomar conciencia consiste en anotar todos los pensamientos que tienes sobre lo que te preocupa, así como del sentimiento asociado a lo que piensas.

Para esto necesitas escribir o grabarte, tal y como te recomendé anteriormente. Otra opción es conversar con un coach o terapeuta, pues no deja de ser un medio muy efectivo para facilitar tu desarrollo humano. Además, esto último tiene como consecuencia importante un mayor nivel de logro de metas, lo que te hará sentir con más poder.

Segundo, observa tu situación de forma objetiva y evalúa si hay otra forma de verla que te facilite poder cambiar la experiencia. Cuando encuentres otra perspectiva más eficaz, esta seguro te ayudará a dejar de lado la mentalidad de víctima, pues estás cambiando tu modo de pensar. Un modo de hacer esto es evaluar tu situación en términos de qué consejo le darías a un buen amigo(a) que vive una situación similar.

En estos casos, puedes preguntarte: ¿qué le recomendarías a un amigo tuyo que hiciera en una situación similar? ¿Cuáles son todos los factores que le recomendarías cambiar para mejorar su mundo?

Tercero, algo muy importante que debes hacer es asumir la responsabilidad de tu vida. El término responsabilidad en inglés se pronuncia: responsibility. Es un término compuesto por dos palabras: response + ability. En otras palabras, el sentido del término gira en torno a la habilidad de respuesta o capacidad que tiene un ser para responder a una situación a través de su comportamiento. Por lo tanto, si cambias tus respuestas a nivel de lo que dices y haces, tu campo de tu responsabilidad aumenta.

Esto significa tomar medidas hacia tus objetivos. Para esto debes considerar el cuarto paso: tomar decisiones que estén en consonancia con lo que quieres en tu vida. También significa el desarrollo de pensamientos más efectivos en función de tus metas.

La película Horizonte Profundo (Deepwater Horizon), es una de las lecciones de vida que sirve para ilustrar cómo ser más responsable y aplicar la toma decisiones aún en ante eventos desfavorables. Está basado en un suceso de la vida real.

No se trata en seguir hablando de problemas y culpables del presente. Deja atrás los problemas y enfócate en lo que quieres en lugar de lo que tienes. Es la única manera de avanzar. Para salir de dónde estás necesitas mirar más allá.

Señal direccional con pasado futuro presente palabras

Como vez, hay dos partes en donde tu SER puede estar. Puedes atascarte en el lugar en el que estás o mirar hacia el futuro que quieres diseñar. Opta por el segundo y dale forma a ese mundo mágico en el que quieres estar.

Por último, también es importante actuar desde el momento presente y no insistir en recordar las heridas o traumas del pasado. Intenta vivir el momento actual en la medida de lo posible y deja de lado todo lo negativo del pasado. Del pasado obtienes aprendizajes, por lo tanto, si algo te atormenta pregúntate: ¿qué aprendí de esa situación? ¿Qué haré diferente a partir de ese aprendizaje? Estas dos preguntas literalmente pueden cambiar tu vida y transformar lo malo en bueno.

«Date cuenta que el momento presente es lo único que tienes. Haz que el aquí y el ahora sea el principal enfoque en tu vida». Eckhart Tolle

Así que pasa a la acción para conseguir tus objetivos y sueños, en lugar de esperar a que ocurra algo. Tú eres responsable. Multiplica tus talentos y no los entierres en lamentaciones infructíferas. Solo necesitas de un primer paso de acción.


Reflexión final

Los pasos que he descrito te ayudarán a recuperar el poder personal y a dejar de ser víctima. Es importante que tomes conciencia de tus pensamientos y sentimientos, que mires la situación con objetividad, que asumas la responsabilidad de tu vida, tomes decisiones en función de lo que quieres, y que finalmente actúes desde el momento presente. Si sigues estos pasos, descubrirás que eres capaz de alcanzar tus objetivos y sueños. Estos cinco consejos representan una manera efectiva de trabajar en tu desarrollo para ser la persona que estás destinada a ser.