En esta publicación, vamos a abordar la magia del coaching y qué mejor forma de hacerlo que a través de una palabra que tiene mucho que ver con el mundo de la magia: Abracadabra.

La magia del coaching

La semana anterior a esta publicación, estaba leyendo el libro de Michael Margolis, Story 10X, que habla sobre cómo convertir lo imposible en inevitable. El libro me llevó a conectar con algo de mi infancia que fascina a todos los niños: la magia.

Justo hace unos días invitaron a mi hija a un cumpleaños por Zoom. La sorpresa que tenían para los niños era un mago haciendo trucos.
Y es que la magia se caracteriza por convertir algo ordinario como un pañuelo en un sombrero, en algo extraordinario como un conejo que luego sale del sombrero en vez del pañuelo. Los magos suelen usar una palabra interesante para hacer su truco de transformación y es Abracadabra.

Según Michael Margolis, algunos creen que esta palabra proviene de la antigua frase aramea “Avra Kehdabra”, la cual significa “Crearé mientras hablo”. Lo mismo sucede con lo que se puede crear en una conversación mientras hablas con un coach. Analicemos cómo las palabras son la varita mágica que hace genera la magia del coaching.

¿Quieres conocer más sobre qué es coaching de forma general?

La magia de las palabras

Un mago crea mientras habla porque un pañuelo ordinario se convierte en un conejo extraordinario. De la misma manera, nosotros también usamos las palabras para evocar aquellas cosas que no existen que deseamos hacer realidad.

Usamos el poder de las palabras para describir aquello que antes había sido indescriptible, en aquello que hoy desafía las normas y expectativas del mundo. Por ejemplo, quién creería que hoy en día le puedo pedir mi canción favorita a Siri y me la va a hacer sonar de inmediato.

¿Por qué coaching y magia?

En mi libro, Rutas del Cambio, cito a uno de mis grandes maestros, Robert Dilts, quien en su libro “El Poder de la Palabra”, afirma que el lenguaje es una capacidad propia del ser humano y nos permite expresar pensamientos y sentimientos por a través de la palabra. De hecho, el lenguaje es uno de los principales factores que nos distinguen de las demás criaturas.

Dilts cita al psiquiatra Sigmund Freud, quien opinaba que las palabras son el instrumento básico de la conciencia humana y que, como tal, tienen poderes muy especiales. Como él mismo expuso:

“Palabras y magia fueron al principio una y la misma cosa, e incluso hoy las palabras siguen reteniendo gran parte de su poder mágico. Con ellas podemos darnos unos a otros la mayor felicidad o la más grande de las desesperaciones, con ellas imparte el maestro sus enseñanzas a sus discípulos, con ellas arrastra un orador a quienes le escuchan, determinando sus juicios y sus decisiones. Las palabras apelan a las emociones y constituyen, de forma universal el medio a través del cual influimos sobre nuestros congéneres”.

La magia del coaching hace uso del poder de las palabras para influir en los demás, pero también en nosotros.

¿Prefieres ver el video de esta publicación?

Las palabras en coaching

Cuando utilizas el lenguaje en coaching, lo empleas como un nuevo código que configura lo que puede ser el futuro, lo cual enriquece tus mapas del mundo y te abre nuevas rutas de acción que antes eran desconocidas hasta que las despertaste a través de tu conciencia.

El uso del lenguaje verbal a través de las palabras constituye uno de los componentes fundamentales a partir de los cuales creamos y clarificamos nuestros mapas mentales, y puede ejercer tremenda influencia sobre el modo en que percibimos la realidad y cómo actuamos frente a esta.

¿A qué me refiero con mapas? Pues sencillo, a aquello que nos guía por el mundo, es nuestro GPS mental que coordina lo que hacemos y no hacemos para transitar por la vida.

Una historia personal

Permíteme ilustrar el poder generativo del lenguaje a través de una anécdota personal sobre cómo se crean realidad antes insospechadas producto de una conversación.

Después de mi divorcio, mi gran sueño era rehacer mi familia, algo muy importante para mí. Pasé muchos años soltero esperando por la persona correcta y finalmente esta persona llegó: Anabella.

Cuando estaba convencido que había llegado el momento de formalizar la relación, lo consulté con mi hija Anna Gabriela. Ella estaba muy contenta por mí y se mostró entusiasta ante la iniciativa.

En vista que tenía que comprar un anillo para pedir la mano de mi esposa, en mi mapa del mundo, simplemente con pedir la mano en una cena sería suficiente. En vista que próximamente tendríamos un viaje familiar, desde la perspectiva mental práctica que a veces tomamos los hombres, pensé en decirle a quién sería mi prometida, que aprovecharía el viaje para que ella misma seleccionara su sortija fuera del país. Yo pensaba que eso me haría quedar bien. Además era algo práctico para mí.

Si… se que sueña muy aburrido y me genera pena compartirlo. Pero ante mi gran debilidad creativa y romántica, apliqué mi fortaleza y creencia en el poder de la conversaciones para crear nuevas realidades.

Anillos Tiffany

Cuando le conté la idea que tenía para la compra del anillo a mi hija Anna, ella sorprendida detuvo mi presentación y me preguntó: ¿Papá, sabes tú cuál es el sueño de una mujer cuando le piden la mano?

Le respondí: “No”. Me volvió a preguntar: ¿Conoces las cajas azul claro de anillos Tiffany?, le respondí: “No”. Primera vez que escucho sobre sobre eso.

Entonces ella me platicó sobre esta empresa de joyería y orfebrería. Me habló sobre la historia de cómo estas prendas habían hecho su debut cinematográfico en la icónica película Desayuno con Diamantes, protagonizada por Audrey Hepburn, lo cual hizo que estos anillos se convirtieran al instante en un clásico de Hollywood, a la que le siguieron otras como Algo para recordar (1993) o Sweet Home Alabama (2002).

Una vez que Anna me contó todo, ¿qué creen que hice? “Ella me acompañó a comprar un anillo Tiffany que fue la sensación al momento de mi declaración de amor”.

La magia del coaching se manifestó en una conversación informal con mi hija, donde a través de preguntas y un compartir genuino con otra persona, mis mapas del mundo cambiaron para mejor.


El poder generativo del lenguaje

¿Por qué te cuento esta historia? Porque evidencia el poder generativo del lenguaje que viene a través de las preguntas que otros te hacen y las palabras que intercambias para generar lo que he llamado la magia del coaching en esta publicación.

Las preguntas de Anna crearon una nueva realidad para mí, pero también para Anabella quien hoy en día es mi esposa. Esa historia pudo haber sido ordinaria, pero terminó siendo extraordinaria gracias al poder de una conversación.

Es por eso, que a través de esta historia, quiero decirte que detrás de todos los resultados, está el poder de nuestras conversaciones, está el poder de nuestras palabras. Los resultados pueden ser ordinarios, pero también extraordinarios.

Para que los resultados extraordinarios se manifiesten, tienes que tener conversaciones robustas que cambien tus mapas del mundo para mejor. Esto es lo que sucede en una sesión de coaching.

El coach es un mago del cambio

Un coach es un mago de la narrativa que ajusta las historias que nos contamos y le pone color a las mismas para ayudarte a alcanzar tu mejor versión.

Detrás de todo truco, el mago tiene un método. Detrás de toda conversación, el coach tiene una estructura. Una de las metodologías que utilizo en mis sesiones como estructura para conversar mejor es la Programación Neurolingüística o PNL, de la cual te he hablado anteriormente.

Este enfoque nos ayuda a modificar nuestros marcos del mundo para cambiar el pensamiento y facilitar el comportamiento, así como mejores sentimientos o estados emocionales.

[Haz clic en el siguiente enlace para comprender cómo cambiar a través del coaching].

Lo interesante es que el primer libro de PNL, escrito por Richard Bandler y John Grinder, este último un profesor de lingüística, se llamó La Estructura de la Magia.

¿Por qué lo titularon así? Porque detrás de los cambios extraordinarios que modelaron en otros terapeutas, se percataron que no era magia, había una estructura particular que utilizaban al conversar. Esa es la estructura que hoy en día utilizamos en coaching para hacer abracabra y ayudar a que otros hagan sus sueños realidad.

Reflexión final

Me gustaría cerrar esta publicación sobre la magia del coaching a través del lenguaje haciéndote algunas preguntas que te lleven a reflexionar:

  • ¿Qué tan ordinaria es la historia que estás viviendo hoy en día?
  • ¿Es colorida o más bien tiene un matiz de tonos grises?
  • ¿Te gustaría ponerlo más color a tu existencia?
  • Así como mi hija Anna me preguntó si conocía los anillos Tiffany, hoy te pregunto: ¿Conoces la magia del coaching?
  • ¿Has experimentado sus efectos en tu vida?
  • ¿Qué estás esperado para abrir una conversación profesional y disfrutar de una estructura que puede mover tu vida de lo ordinario a lo extraordinario?

Me despido diciéndote: el coaching no tiene nada de grandioso. Lo espectacular está en nosotros, en nuestra capacidad de poder conversar y crear la realidad que soñamos. Recuerda siempre lo que dijo Walt Disney: «Si lo puedes soñar, lo puedes lograr.

¿Por qué lo puedes lograr? Porque lo puedes conversar.  Tus resultados pueden estar a la distancia de una buena conversación en donde la magia del coaching puede hacer que las cosas sucedan para tí y para otros.

¿Prefieres el contenido en Podcast? iTunes o Spotify